A menudo, las prisas por dar una solución a tanto trabajo desbordado o bien, no saber seleccionar a las personas adecuadas, nos pueden pasar factura: padecer lo que en ingles se conocería como: Hiringitis’. Es decir, sufrir la enfermedad de contratar mal. Los síntomas son sencillos: no te acabas de fiar de tu propio equipo, por lo que poco a poco te acabas estresando más,…