¿Qué comiste el lunes de la semana pasada? 

Es una pregunta bien sencilla, pero seguro que tardas un buen rato en averiguarlo.

Seguramente habrás tenido que tirar de referencias (dónde estabas ese día, qué hacías, si estabas en compañía o no…) para establecer conexiones y acordarte finalmente de lo que comiste. En mi caso, sushi con edamames. Los recuerdos siempre están conectados a una emoción, un lugar y una historia y, a menudo, tiramos de contexto para rescatarlos de nuestra memoria. El proceso que hace nuestro cerebro para recordar es bien curioso.

Cómo funciona nuestra memoria

El hipocampo es la parte del cerebro que se encarga de gestionar nuestros recuerdos personales y el pasado. La corteza prefrontal, en cambio, es la responsable de decidir nuestras motivaciones y planes de futuro. Según el psicólogo Gary Marcus, nuestro cerebro archiva las experiencias en algún lugar del hipocampo y la corteza prefrontal, no sé sabe con exactitud dónde, la comunidad científica todavía no ha descubierto en qué parte exacta se almacenan las experiencias en la memoria. 

Además, es difícil encontrar un único lugar en el cerebro donde se aloje un recuerdo concreto. Cuando recordamos, cuando rememoramos el pasado, los pedacitos de información vuelven a unirse desde las diferentes partes del cerebro provocando el recuerdo. Nuestra memoria no es un fiel registro de la realidad. No podemos recordar con exactitud todos los detalles de una experiencia pasada, así que nuestro cerebro crea, completa e inventa las partes que faltan para dar coherencia al relato. Cuando recordamos e imaginamos situaciones futuras se activan las mismas zonas del cerebro, ¿curioso, no?

Como sabes los recuerdos tienden a debilitarse con el tiempo y, como hemos visto, nuestro cerebro inventa las partes que no recuerda. Así que puestos a inventar, procura que la nueva versión de tu experiencia tenga una mirada positiva.

Muchas veces cuando nos suceden cosas negativas, nos aferramos a ellas, nos recreamos y entramos en un bucle de pesimismo que condiciona nuestras acciones del presente. 

A veces, es difícil ver la parte positiva de la desgracia, pero si miramos la situación con perspectiva, una vez superado el bache, seguro que encontraremos algo bueno. 

La vida es como la pensamos 

William Shakespeare decía que “no existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace parecer así”. La vida es cómo te la tomas y encaras todo lo que te sucede. La vida per se, no es ni buena ni mala, sino que es tu pensamiento el que le da la connotación positiva o negativa. John Sellars, filósofo estoico de nuestra era, insiste en la idea de dominar nuestros pensamientos para ser dueños de nuestro destino, pero esta creencia no es nueva, el poeta inglés William Ernest Henley ya la predicaba en su día:

No importa cuán estrecho sea el camino,

ni cuántos castigos lleve a mi espalda,

Soy el amo de mi destino,

Soy el capitán de mi alma.

(Invictus) 

Todos nosotros hemos experimentado dificultades en nuestra vida, una enfermedad, una pérdida, un accidente, un conflicto familiar, un revés inesperado, y algunas personas lo han podido sobrellevar con cierto optimismo mientras que otras se han derrumbado. 

La diferencia está en la actitud que han decidido adoptar, nuestra experiencia del mundo depende de los juicios que hagamos sobre todo lo que nos sucede.

Aunque a veces cueste verlo, ante una desgracia tenemos la capacidad de decidir cómo queremos afrontarla y esto determina nuestro estado de ánimo. Sentir tristeza, alegría, miedo, abatimiento depende de los juicios de valor que hagamos de aquello que nos sucede. Se trata de aprender a gestionar todo lo que nos pasa, siempre desde una mirada optimista. La persona feliz sabe que la vida no es perfecta, pero la toma con ganas y con voluntad de cambio. En el post de la semana pasada comparto algunas leyes que pueden ayudarte a ver el vaso medio lleno. 

Dicen que el pasado condiciona el futuro, pero yo prefiero pensar que no es el pasado por sí mismo lo que marca el futuro sino lo que pienses de la experiencia pasada, eso sí creará tu futuro. A continuación comparto tres ejemplos de personas que tuvieron que gestionar un golpe muy duro en algún momento de su vida, pero tuvieron la capacidad de darle sentido aquello que les pasó y convertir la desgracia en algo positivo.

3 historias de superación personal

Espero que sus historias te inspiren a gestionar mejor los golpes de la vida. Todos ellos son claros ejemplos de superación, fuerza y coraje.  

- Mo Gawdat: abandonó su puesto como director de negocio de Google X, la unidad de innovación del gigante tecnológico, para diseñar una fórmula que le permitiera desarrollar un verdadero estado de felicidad permanente. Tras muchos años de investigación, dio con el algoritmo de la felicidad, una ecuación que relacionaba los acontecimientos de la vida con la gestión de nuestras expectativas. 

Años más tarde de descubrir su modelo de felicidad, Mo Gawdat lo tuvo que poner a prueba: su hijo Ali murió repentinamente por una negligencia médica. Él y su familia pusieron en práctica la ecuación para salir de la desesperación y poder recuperarse de la tragedia. Mo explica en su libro El algoritmo de la felicidad que pasó episodios de locura, al principio perdió la fe en la vida y le inundaron muchos sentimientos de culpa, pero su modelo de felicidad le enseñó a controlar sus pensamientos para lograr un estado constante de paz. “Le pedí a mi cerebro que suspendiera un pensamiento negativo y produjera otro mejor” explica.

Después de vivir esta experiencia, Gawdat decidió compartir su algoritmo con el mundo para ayudar al mayor número de personas posible a ser más feliz. Su reto es ambicioso: lograr que 10 millones de personas sean felices. 

- Oprah Winfrey: no tuvo un pasado fácil. Nació en el seno de una familia pobre en los años 50, hija de madre soltera. Durante su primera etapa de vida estuvo al cuidado de su abuela, en un ambiente rural de extrema pobreza. Fue víctima de abusos sexuales durante su infancia y, a raíz de ello, fue madre a los 14 años. Su hijo nació prematuro y murió durante su niñez. Oprah es ahora periodista, actriz, presentadora de televisión, productora, empresaria y filántropa. Es todo un referente contemporáneo por su apoyo a las minorías, a los derechos de la mujer, a combatir la pobreza y el acoso y a mejorar el sistema educativo, entre otras causa que defiende.

Oprah es un ejemplo de superación, humildad, empatía y liderazgo que ha sabido gestionar su pasado para brindarse un futuro de éxito. Según la revista Forbes, fue la afroamericana más rica del siglo XX, fue nombrada como la Más Grande Filántropa de Origen Negro en la historia de los Estados Unidos por la  revista Business Week y estuvo nominada a un Óscar por su interpretación en la película El color púrpura, por citar algunos de sus reconocimientos.  

- Cisco García: su vida dio un giro inesperado el 28 de diciembre de 2015, en el ski resort Mayrhofen. Como cada navidad, iba con sus amigos Austria para empezar el año haciendo snowboard, su pasión, pero el joven abogado no empezó 2016 con buen pie, tuvo un accidente en las montañas, un mal salto le ocasionó daños en la médula que lo dejaron en una silla de ruedas. Tenía treinta y tres años. “Ayer estaba en las montañas, saltando, y hoy no me puedo mover”, narra en su documental

Cuando se despertó en el hospital supo que su vida había cambiado para siempre, pero cuando pudo, estos golpes siempre requieren tiempo y mucho esfuerzo, decidió cambiar su tablar de snow por una raqueta de tenis. Cisco es ahora tenista paralímpico, uno de los mejores de nuestro país. Su optimismo, resiliencia y ganas de vivir son admirables.

El joven ha querido compartir todos sus reflexiones, aprendizajes y mecanismos para superar los momentos más difíciles de su vida en un libro que acaba de publicar. Irrompible. El arte de levantarse siempre una vez más habla del arte de vivir, del inconformismo, de la responsabilidad, de aceptarse a uno mismo, ser capaz de reinventarse y vivir, sobre todo, el presente. 

Precisamente esto es lo más difícil, vivir el ahora. ¿Cuánto tiempo inviertes en pensar cómo habría podido ser tu pasado o cómo quieres que sea tu futuro? El dibujante estadounidense Bill Keane, apuntaba que “el ayer es historia, el mañana un misterio, pero el hoy es un regalo, por eso se llama presente”.  Cuando nos recreamos en el pasado estamos negándonos el presente y en el post de hoy hemos visto que detenerse en el pasado no tiene mucho sentido si no adoptamos una actitud positiva que nos dé fuerzas para vivir mejor el presente. Recuerda que eres el amo de tu destino.

 ¿Qué otras historia de superación personal conoces?

Libro "Diario de un Millennial"

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