¿Le tienes que aguantar muchos tics extravagantes a tu jefe? En estos momentos debes estar imaginando situaciones que se repiten a diario en tu oficina con tu superior y que encuentras pesadas, aburridas o te dan ganas de gritar. Al final, la única forma de desestresarte es ir a correr el Ironman o apuntarte a clases de boxeo. ¡Ya ni el yoga te sirve! Seguro que estas 7 cosas con las que tu jefe te pone de los nervios te suenan:

  • 1) “¡A la sala de reuniones!”: Muchas de las reuniones a las que te piden que acudas pueden ser provechosas, pero hay otras que, sintiéndolo mucho, ¡no sirven para nada! Tu jefe vio demasiado la película de El Sexto Sentido y ve reuniones por todas partes. Padece reunionitis aguda. Que la gente te interrumpa para pedirte ayuda o favores no es ningún problema, pero todos odiamos que nuestro jefe nos entretenga para ‘hablar sobre…’ mucho y nada. Al final solo tienes ganas de gritar: “¡Tengo que acabar mi trabajo, que aunque no lo creas, también es muy importante!”

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  • 2) “Sé que estás de vacaciones, pero…”: ¿Te ha llamado tu jefe en medio de tus merecidas vacaciones? Justo en ese momento en que ibas a coronar el Everest o a tirarte en paracaídas desde una avioneta. Y para colmo, te pregunta cosas que cualquiera de tus compañeros puede contestar perfectamente. Al final solo quieres gritarle: “¡Déjame desconectar, me lo he ganado!”

  • 3) “Nadie se ha muerto por decir ‘buenos días’”: Tú jefe se cree que por cada buenos días que dice muere un hada en el país de Nunca Jamás (en la infancia quedó afectado por la peli de Peter Pan) La táctica perfecta es llegar de buena mañana a la oficina, decir “buenos días” de forma contundente y sonreír directamente a tu jefe. ¡No se podrá escapar de saludarte, sino quedará en evidencia!

  • 4) “¡Esto nunca se ha hecho así!”: Llevas haciendo lo mismo desde tiempos inmemoriales. ¿Por qué? Porque tu jefe te dijo una vez que hicieras las cosas de una forma concreta. Pero un día, se despierta siendo otra persona (la noche anterior debió leer Dr. Jeckyll y Mr. Hyde) y te dice que lo que has hecho está fatal, que nunca se ha contestado al teléfono o escrito un documento de esa manera y que cómo se te ocurre hacer las cosas así. Y como tengas la genial idea de decirle “me lo dijiste tú” eres persona muerta.

  • 5) “Mírate estos documentos durante el fin de semana” (y te lo dice cada fin de semana): ¿Perdón? Cumples como el que más en tu trabajo. Das lo mejor de ti durante los días laborales y estás dispuesto a realizar determinados trabajos durante el fin de semana, si es necesario y de vez en cuando. ¡¿Pero cada fin de semana?! Tu jefe ha olvidado que los sábados y los domingos son para descansar, desconectar y volver el lunes con las energías renovadas, no parte de tu jornada laboral extendida.

  • 6) “Guilty! ¡Culpable!”: Misteriosamente, siempre eres culpable de todo, aunque el origen del error o de la equivocación venga derivado de lo que te ha hecho hacer tu propio jefe. Y tú, cual corderito que se encuentra cara a cara con el lobo feroz, has de asentir y callar para no decirle a la cara que el único culpable es él.

  • 7) ¡El jefe de las medallas!: Casualmente, cuando las cosas van mal en la empresa, todos somos partícipes. Pero, cuando las cosas van bien, él es el único que se auto cuelga todas las medallas. Ni se acuerda de que existes y de que todo el equipo tiene algo que ver en el éxito de la empresa. Una palmadita en el hombro o un ‘enhorabuena’ de vez en cuando, no estarían nada mal. ¡Exige tu medalla!

David Tomás

@davidtomas

Autor de La Empresa Más Feliz del Mundo

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