Llevamos mucho tiempo hablando de la importancia de la conciliación y del teletrabajo, pero en la mayoría de empresas cualquier práctica en esta dirección sigue siendo una utopía. Todavía asociamos el presencialismo a productividad, el problema no es que no tengamos herramientas u opciones, el problema es que a la mayoría de empresas les da pánico ir hacia un territorio desconocido y tienen miedo a toda la gestión posterior de cualquier incidencia.

La desconfianza en las compañías está extendida, cuando lo que se tendría que ofrecer desde el primer momento en que un nuevo miembro del equipo entra a trabajar es confianza. Así se genera un círculo virtuoso, donde las ganas de hacer las cosas con ilusión se vuelven una constante. Si los jefes piensan que el teletrabajo es sinónimo de que los empleados se toman el día libre, entonces será lo que transmitirán a su equipo, en cambio, si entienden que trabajar desde casa o conciliar es una forma de generar más compromiso con la empresa, verán que las personas llevan a cabo sus objetivos con éxito sea desde el hogar o en la oficina.

En realidad es mucho más fácil de lo que parece. Solo hay que hacer tres cosas:

1) Flexibilizar el horario de entrada a los colegios

Una buena parte de las personas en edad de trabajar son padres y su jornada esta totalmente marcada por la hora de entrada del colegio de sus hijos y la hora de entrada de su trabajo. Si fuéramos capaces de flexibilizar las dos horas de entrada, entonces sería mucho más fácil para las familias. Y quién sabe… Probablemente ayudaría mucho a la mujer a compaginar y poder seguir aspirando a una carrera profesional de éxito y a la vez participar de la vida familiar.

2) Flexibilizar el horario de entrada al trabajo y la salida

Se deben flexibilizar los horarios de entrada y salida al trabajo también. Esto nos daría mucha más tranquilidad. Al tener más libertad horaria no se producirían los colapsos que hay ahora en la puerta de los colegios y en las entradas de las ciudades. Esto haría que nuestra mañana fuese más tranquila y también llegaríamos más relajados al trabajo.

Aquellas empresas o negocios que requieren una hora de apertura exacta, por ejemplo oficinas públicas, cafeterías, servicios, entre otros, también podrían aplicar un horario flexible (abriendo a la hora que toca) si el propio equipo se organiza y realiza turnos de entrada y salida.

3) Medir correctamente la productividad

Es necesario encontrar fórmulas para que los líderes o jefes puedan medir la productividad. Por ejemplo, se pueden generar indicadores de medición vinculados a las estrategias de negocio. Ofrecerán datos que ayuden a entender el comportamiento de la organización y a saber cómo están evolucionando los objetivos marcados. En Cyberclick ya llevamos unos cuantos años marcando las metas generales del año y las trimestrales, luego para cada objetivo se elige un KPI (indicador clave del rendimiento) y así se puede cuantificar su evolución y productividad. Herramientas digitales como el Aligntoday.com te pueden ayudar en esta tarea. Puedes construir la escaleta de los objetivos y cuantificar en su totalidad la posición en la que está la empresa en cada momento. En el caso de que una métrica no avance al ritmo que se espera, puede significar que las personas al cargo del objetivo necesitan ayuda o apoyo por parte del resto del equipo.

Medir la productividad nunca debe ser un arma para penalizar a las personas, siempre debe servir para saber cuando determinadas áreas de la empresa necesitan más recursos o formación para llevar a cabo sus éxitos. O también, si no se consigue llevar a cabo un objetivo es porque no se estaba enfocando bien y la experiencia de un trimestre sirve para hacerlo mejor en el siguiente. Los errores no son algo negativo, tan solo un aprendizaje previo antes de llegar al éxito.

Con todo esto, quiero decir que al final, lo importante son los objetivos grupales y personales y que estos se lleven adelante. No la hora de entrada o salida ni el presencialismo eterno, justamente, la conciliación y la flexibilidad ayudan a mejorar la productividad si son parte de las políticas culturales de la empresa. No dejéis escapar esta oportunidad y dad estos beneficios a vuestro equipo, ellos os lo agradecerán y también la misma compañía, siendo así una empresa más feliz.

La empresa más feliz del mundo

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