Hace unas semanas vi el vídeo viral de Simon Sinek, experto en liderazgo, donde lo entrevistan para hablar sobre la generación millennial. El mensaje que manda es claro y directo. Siendo crítico en algunos momentos. Pero, dando a entender que esta nueva generación viene pisando fuerte, con unos valores diferentes y una concepción del trabajo indivisible de la felicidad.

Os dejo el enlace aquí para que lo podáis ver, solo dura 15 minutos.

Lo que más me gustó es que no quiere cambiar a los millennials, sino entenderlos. Y por qué actúan de una determinada forma.

¿Qué caracteriza a la generación del milenio?

  • Son los nacidos a partir de 1980 hasta la mitad de la década de los 90. Normalmente, un cambio generacional se da cada quince años y los que vienen después se les llama generación Z (de 1995 en adelante).
  • Son nativos digitales. Han crecido a la misma vez que los avances tecnológicos se sucedían. Para ellos comprender el funcionamiento de nuevos dispositivos, programas o aplicaciones es muy intuitivo. Ya no conciben el mundo sin estar interconectados mediante internet.
  • Tienen una tasa de estudios superiores mayor que generaciones anteriores. Esto los ha dotado de gran capacidad crítica. Por lo que tienen muy claro lo que esperan de la vida y de los lugares de trabajo donde estarán.
  • Quieren impactar positivamente en el mundo con su trabajo. Que lo que hagan en una empresa tenga propósito y sentido.
  • Lo han tenido todo y muy rápido. ¿Por qué? Porque la generación de sus padres pudo posicionarse bien económicamente y darles a sus hijos e hijas un buen nivel educativo y cubrir las necesidades que tuvieran.

Según el vídeo de Simon Sinek, hay colectivos que critican a la generación millennial, tachándolos de egoístas. Pero no lo son. Simplemente, que han crecido en un entorno diferente al de generaciones anteriores. De mayor confortabilidad y protección. Esto puede haber favorecido que tengan poca paciencia y una baja tolerancia a la frustración. Pero son factores que se pueden trabajar desde el momento en que los millennials se van incorporando al mundo laboral.

Son idealistas, pero pisan de pies a tierra (sino es así, deberán adaptarse al mundo real, porque es necesario). No buscan trabajar solo por un sueldo y un puesto fijo de por vida. Aunque sí quieren que su salario sea justo y acorde a sus estudios y experiencia. Buscan sentirse realizados, trabajar por un propósito, no se conforman, están en constante búsqueda de cosas nuevas que les reporten bienestar y quieren construir un entorno mejor.

Las empresas deben adaptarse a los millennials

El reto de las organizaciones no debe ser cambiar a la generación millennial, sino ser ellas las que cambien. La mayoría de las empresas actuales siguen siendo autoritarias y jerárquicas, construidas por dos generaciones anteriores. Donde lo que imperaba eran los números y no las personas.

Esto ya no puede ser así, porque los millennials no encajan en compañías con esta filosofía. Si sus primeros lugares de trabajo han sido en empresas tradicionales, normal que su paciencia caiga por los suelos y su tolerancia a la frustración no crezca.

Las compañías deben construirse o reconstruirse a sí mismas para atraer esta ola de talento joven y fresco. Fomentar unos valores en torno a las personas. Pensando en la confianza, la tolerancia, la comunicación, la autogestión, la realización personal, la felicidad, la compaginación de la vida profesional y la personal y, sobretodo, el amor. No un amor romántico, sino un sentimiento fuerte, que une a las personas, mueve la sociedad y consigue que se logren los objetivos de forma plena.

5 formas de desarrollar la paciencia y la tolerancia a la frustración

Entonces, las organizaciones debemos mostrarles y ayudarles a que desarrollen la “paciencia” como capacidad.

¿Por qué? Porque no existe satisfacción instantánea para la satisfacción laboral y para la fortaleza en las relaciones. Esto son dos conceptos que reportan una verdadera y duradera felicidad, pero necesitan un trabajo arduo detrás.

Aquí os dejo 5 ideas para implementarlas en vuestro día a día en la empresa:

  • Lugares de trabajo donde las personas sean lo principal. Todos pensamos que las empresas se han creado de inicio para generar ganancias y enriquecer a los socios o fundadores. Pero, también son parte vertebradora de la sociedad, y no podemos obviarlo. Ellas deben jugar un papel importante en la sociedad y ser conscientes que si funcionan son gracias a las personas. El valor más importante de cualquier organización son los miembros que las conforman y deben cuidarlos. Velar por su bienestar y felicidad. Si los jóvenes se sienten alguien importante dentro de su empresa, ven que se confía en ellos, que se les delega responsabilidad y que tienen unos objetivos a conseguir, entonces se fomentará su capacidad de trabajo duro. Viniendo luego el desarrollo de la paciencia y la frustración ante los errores que siempre se tienen por el camino hasta llegar al éxito.
  • Formación emocional, no solo profesional. Mucho he hablado sobre la necesidad de formar continuamente al equipo en sus habilidades profesionales. Pero, no debemos dejar de lado las habilidades emocionales. La paciencia, el esfuerzo, la tolerancia a la frustración son temas complejos y que necesitan otro tipo de aprendizaje. A partir de la comunicación abierta dentro del equipo, de un liderazgo inteligente – donde el líder apoye profesional y emocionalmente a los jóvenes para desarrollar sus habilidades – y donde se fomenten formaciones focalizadas en la maduración emocional (lecturas, cursos, etc.)
  • La figura del líder emocional. Como ya he mencionado en el punto anterior. Tener un buen líder es esencial para ayudar a los millennials. Un liderazgo emocional positivo será aquel que ayude a los jóvenes profesionales del equipo no solo a madurar en las habilidades profesionales, sino también en las emocionales. Un buen líder debe entender que es necesario dar tiempo a cualquier miembro para que cumpla con sus objetivos, unos tardarán más, otros menos, pero lo importante es llegar con el aprendizaje hecho. En el caso de que haya fechas de entrega, es cuando entra en escena el resto del equipo, para ayudarse y enseñar.
  • Empresas con propósito e impacto en la sociedad. La generación del milenio tiene unos valores diferentes a los de sus predecesores. Ya no buscan tener una seguridad laboral para toda la vida. Saben que ese tipo de compañías quedaron en el pasado y de media, cada 7 años cambiarán de lugar de trabajo. Por este motivo buscan que el lugar donde recalen les aporte realización, felicidad y aportar con sus esfuerzos un beneficio al mundo. Si las empresas actuales no tienen una ética interna y unos valores, entonces esta generación las rehuirá.
  • Crea equipos de trabajo de diferentes generaciones. Cada generación tiene sus puntos fuertes. La generación millennial es nativa en el entorno digital. Desde que son pequeños se han criado entre ordenadores, dispositivos móviles e internet. Lo tienen por mano. Pero, generaciones anteriores están mejor educadas en la tolerancia a la frustración. Eso quiere decir que si creas equipos de trabajo donde haya variaciones generacionales, conseguirás que unos a otros se ayuden y se formen en aquello en que cojean. 

Con todas estas herramientas e ideas en la mano, los millennials y las empresas podrán trabajar sus habilidades en el esfuerzo, la paciencia y la tolerancia a la frustración. Cambiando la forma de pensar de las compañías y adaptándose a las generaciones que están viniendo. Porque ellas son el futuro y traer una concepción innovadora y fundamental para la felicidad, donde el centro de todo son las mismas personas.

 La empresa más feliz del mundo David Tomás

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