Una de las cosas que da más satisfacción a las personas es la sensación de progreso, ver que has conseguido tus objetivos y que poco a poco avanzas hacia la dirección que te has marcado. Como seres humanos necesitamos marcarnos metas para mantenernos motivados y que nuestro día a día tenga sentido. Cierra un segundo los ojos y piensa en el último objetivo que has logrado. ¿No te invade un sentimiento de satisfacción y orgullo?

  • Quizá has iniciado esa rutina deportiva que tanto te hacía falta
  • Puede ser que hayas logrado acabar ese proyecto que te quitaba el sueño
  • Tal vez has conseguido que tu hijo se duerma a la primera

Nuestra vida diaria está llena de pequeños retos que nos mantienen vivos y nos animan a seguir hacia el rumbo que hemos definido. Ahora bien, para conseguir nuestros objetivos necesitamos estar motivados y esto no siempre ocurre. A veces porque no confiamos en nosotros mismos, pensamos que la meta nos queda grande o no la hemos definido en un marco de tiempo concreto y perdemos energía por el camino. Otras porque nos invade la pereza y tendemos a procrastinar una y otra vez.

Cómo mantenernos motivados

El psicólogo canadiense Piers Steel en su libro Procrastinación. Por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy explica que después de analizar muchos estudios sobre la motivación dio con una fórmula para definir el término. 

 Lo divertido es qué haces para conseguirlo (3)

  • V= Valor. Representa el valor que tiene para ti lograr la meta, lo mucho o poco que te importa.  
  • E= Expectativa. Tiene que ver con la confianza que tienes contigo mismo, con lo que esperas de ti, con sentirte capaz de lograr el resultado.
  • I= Impulsividad. Representa la tendencia a postergar las cosas. A mayor satisfacción inmediata más tendencia a la procrastinación. Por ejemplo, si cada vez que un amigo te dice de tomar unas cañas cancelas el entrenamiento, tu meta de mejorar tu forma física nunca llegará.
  • R= Retraso. Esta variable está relacionada con nuestra motivación. Si nuestra meta está muy lejos en el tiempo, no vamos a poder mantener nuestra motivación. Si tienes una meta a largo plazo es mejor dividirla en mini objetivos.

Para estar motivado, el numerador de la ecuación debe tener una puntuación alta. Cuanto más creemos en nuestras capacidades y mayor es el valor que le damos a la meta, más motivados estaremos. Hacer una maratón puede ser una meta muy motivadora, pero si no te ves capaz de hacerla poco motivado estarás para empezar a entrenar. Es importante que confíes en ti y escojas una meta que para ti sea relevante. 

Ahora bien, ¿sabes definir bien tus metas?

Cómo definir tus metas

Uno de los métodos que te puede ayudar a definir tus objetivos es el modelo GROW. Su aplicación es muy común en la definición de metas personales y se caracteriza por ser un modelo que pone especial atención en la revisión del contexto que acompaña la meta. 

Fue creado por John Withmore, pionero del coaching y especialista en liderazgo y desarrollo de organizaciones. El método GROW consiste en una serie de preguntas para desarrollar la consciencia y la responsabilidad y responde al acrónimo de:  

  • Goal (Objetivo) ¿Dónde quiero estar? Definir la meta es el primer paso para empezar el proceso. Debe formularse en positivo y con un verbo de acción en infinitivo. La meta, además, debe ser Medible, Específica, Tangible y Alcanzable.
  • Reality (Realidad) ¿Dónde estoy ahora? En esta fase se trata de ir respondiendo preguntas que te ayuden a saber de dónde partes, bajo qué circunstancias, pero también qué has hecho hasta ahora y qué beneficios te ha aportado.
  • Opciones (Opciones) ¿Qué alternativas tengo? Una vez listadas todas las opciones posibles se evalúan, en función de las ventajas, inconvenientes, costes y beneficios de cada una, se descartan aquellas que no son factibles y se escoge la mejor opción o la mejor combinación de opciones. 
  • Will (Voluntad) ¿Qué opción eliges? ¿A qué te comprometes? ¿Cuándo lo vas a realizar?  En esta última etapa del proceso se trata de trazar un plan de acción que resuma qué vas hacer, cuándo, cómo y con qué frecuencia. Para plasmarlo puedes utilizar el diagrama de Ishikawa por ejemplo.  

Ahora que ya sabes cómo definir tus metas me gustaría desvelarte un secreto: lo divertido no es conseguirlo, lo que te dará satisfacción es el camino que te ha llevado hasta la meta. Es el proceso lo que nos mantiene motivados y tiene una explicación científica, se conoce como la adaptación hedónica.  

Cuando logramos una meta, entramos en un periodo de satisfacción y felicidad por haberlo logrado, pero al cabo del tiempo necesitamos nuevos retos para estar de nuevo motivados porque nos hemos acostumbrado a los beneficios que nos ha proporcionado la consecución de la meta. Por ejemplo: quieres el nuevo iPhone con todas tus fuerzas y has hecho un plan de ahorros para poder tenerlo a finales de año. Consigues ahorrar y te lo compras. Al hacerlo sientes una gran satisfacción y placer, los primeros días estás muy emocionado, pero poco a poco, a medida que transcurren las semanas esa sensación va desapareciendo, ya te has acostumbrado al iPhone, ya no es novedad y por tanto vuelves al nivel de placer y felicidad previo al iPhone y tu insatisfacción provoca que empieces a pensar en nuevos retos. 

La adaptación hedónica es la tendencia que tenemos las personas de volver a un nivel relativamente estable de placer y felicidad, a pesar de las situaciones, tanto positivas como negativas, que vamos viviendo en nuestra vida. Este concepto pone de manifiesto que la meta no debe ser nuestro último fin porque no nos produce satisfacción eterna.

Como hemos visto necesitamos metas para motivarnos y progresar, pero lo importante es aprender a disfrutar del camino. ¿No crees?

 

Libro "Diario de un Millennial"

If you Like it, Share it! :)Pin on PinterestTweet about this on TwitterShare on Google+Share on FacebookShare on LinkedIn