¿Vives amargado como jefe de equipo o líder de tu empresa? ¿Eres consciente de que traspasas esa negatividad a tu gente? Deja de lado todos esos sentimientos que solo te perjudican a ti y a todo tu equipo y empieza a vivir con una sonrisa en la cara. Sé que los malos hábitos siempre cuesta quitárselos de encima, pero el esfuerzo vale la pena. Si lo que irradias es positivismo es lo que recibirás del resto de la gente, porque al final uno recibe lo mismo que da.

Según diferentes estudios nuestro cerebro tiende a la negatividad, porque durante toda la evolución humana las cosas peligrosas han sido más importantes que las positivas. Por ejemplo, si yo fuera un humano de la época de las cavernas y me comiera una fruta sabrosa y muy buena esa información sería relativa, pero si el fruto fuera venenoso, el incentivo de recordar eso sería muy grande. En definitiva, los acontecimientos malos pueden llegar a influir el doble en nuestra felicidad que los buenos, pero para superar eso debes dejar que nuestra inteligencia domine la parte instintiva.

Debemos reeducarnos. Empezando por ver las cosas en positivo cada día. Si aplicamos este patrón durante semanas, llegará un momento que ya nos saldrá de natural y será algo inherente en nosotros mismos. Entrar en la oficina, sonreír y que te sonrían no tiene precio. Si tú eres un jefe feliz esto se proyectará directamente en el ambiente de la oficina, revirtiendo positivamente en cada una de las personas que trabajan contigo.

Si no sabes por donde empezar, pero quieres aplicar desde ya la felicidad en tu vida y en tu empresa, aquí tienes unas cuantas pautas, 11 en total, que te ayudarán a conseguir ser un jefe más feliz (y molón).

  1. Sé un líder y no solo un jefe

El Imperio Romano cayó hace mucho tiempo y los dictadores no están de moda. Deja de lado el mando y ordeno y busca liderar tu equipo a través del consenso y la comunicación. El managment contemporáneo nos da a entender, según el filólogo Peter F. Drucker, que “lo que conocíamos sobre administración ya no nos sirve, los gerentes tendrán que aprender a olvidar lo que sabían sobre cómo gestionar, con tanta rapidez como aprenden las cosas nuevas que deben saber”.

  1. Preocúpate de cada persona

Obtener beneficios es importante, pero no lo único. Tienes en tus manos la gestión de muchas personas y es responsabilidad tuya también que estén a gusto en su lugar de trabajo. Demuéstrales que eres tan humano como ellos, que entiendes los problemas de cada uno y escuchas lo que te dicen, aunque no siempre se pueda llevar a cabo. Si estableces una relación de confianza conseguirás ser parte del equipo y no solo el jefe. Así, todos (y no solo tú) seréis más felices.

  1. Simplifica

En el grupo, eliminar la burocracia y las jerarquías, por ejemplo, es una forma de simplificar el rumbo de la empresa, de modo que todo el mundo pueda aportar lo mejor de sí mismo sin necesidad de pasar por filtros intermedios. EN lugar de un JEFE serás un “GEFE”, el GEstor de la FElicidad de tu compañía.

  1. Aprende a delegar

Pon tus energías en aquello que sabes hacer mejor. Un buen jefe no es aquel que lleva todas las responsabilidades cargadas a sus espaldas, sino el que reconoce cuáles son las áreas profesionales que menos domina y contrata a expertos para que le ayuden a llevar la empresa al éxito.

  1. Ama el por qué de la empresa que lideras

¿Eres vegetariano y a la vez el responsable de un matadero? Algo no encaja en tu vida. Estás trabajando en un lugar que contradice tus principios y te afecta negativamente el estado de ánimo. ¡Debes cambiarte ya de trabajo! Sino a la larga serás un jefe infeliz y tu equipo irá detrás. Busca ser un líder en otra empresa, donde los valores estén más alineados contigo. En el trabajo y en la vida, la felicidad reside en encontrar un sentido a aquello que hacemos. Eso es lo que nos permite crecer como seres humanos y superar cualquier dificultad.

  1. Salud por encima de todo

Sin salud no somos nada. Cuida de forma equilibrada cuerpo y mente. Haz ejercicio, sal al aire libre, pasea, lee libros, aprende, siempre busca estar en continua formación, escucha a los que saben más que tú, busca estar con la familia y las amistades, no vivas para el trabajo, trabaja para vivir y ser feliz. Define tus valores y busca que tu empresa, la gente de tu equipo e incluso tus clientes también los compartan. Así todo estará en equilibro y te reportará a ti y tu entorno un mayor bienestar.

  1. Sonríe (aunque digas NO)

No pierdas jamás la sonrisa, aunque detrás venga un no. La explicación química es que cuando sonreímos el cerebro libera neurotransmisores llamados endorfinas que nos hacen sentir felices y bajar los niveles de estrés. Inclusive forzar la risa funciona ya que el cerebro no distingue entre lo real y lo falso. Incluso en los peores momentos tienes de sonreír, porque así conseguirás recuperar un estado emocional más placentero, demostrarás que estás calmado y que controlas incluso en los momentos difíciles.

  1. Sé coherente entre lo que piensas, haces y dices

¡Famosa frase de Gandhi! La felicidad la encuentras cuando lo que piensas, haces y dices está en armonía. Obra de acuerdo a tus principios y el resto del equipo confiará en ti al ver que eres una persona consecuente. Obtendrás un doble beneficio: que te valoren como jefe y estar bien contigo mismo.

  1. Tu éxito es el de tu equipo

Los éxitos celébralos con todo el equipo, la medalla es de todos. Si te quedas con todo el mérito, solo conseguirás generar resentimiento y no estarás valorando el trabajo realizado por el resto. ¿Crees que este sentimiento te hará ser feliz y dormir bien? Recuerda el punto anterior: haz que lo que piensas, haces y dices esté en armonía.

  1. Obtén resultados en equipo (no a costa del equipo)

Trabaja codo con codo con el resto del equipo, delegando en cada uno confianza y responsabilidades según su perfil profesional. Si eres uno más te verán como un igual y no como un jefe que trata a sus trabajadores como mulas de carga. Gánate su respeto y abre canales de comunicación que mejoren el trabajo diario. Una forma de organización que se presta a estos valores es la jerarquía horizontal, donde no hay cargos intermedios y la voz de todos cuenta por igual. ¿No crees que un jefe que trabaja así es más feliz?

  1. Lee “La empresa más feliz del mundo”

Para cerrar el artículo, recomiendo leer de corazón el libro “La empresa más feliz del mundo”. No porque sea mío. Sino porque realmente creo en los principios que planteo en el contenido, basados en la realidad que vivimos día a día en Cyberclick y porque muchas otros líderes me han dicho que desde que han empezado a aplicar los valores del libro, realmente han visto mejoras en su estado de ánimo y en la dinámica de su compañía. Sé feliz, haz que tu equipo lo sea también y así tendrás en tus manos la empresa más feliz del mundo.

La empresa más feliz del mundo_cta

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