¿Has pospuesto la alarma hoy? ¿Te has levantado motivado y con energía?

Nos pasamos el día hablando sobre la gestión del tiempo, el mindfulness o el liderazgo transformacional, que si evitar la multitarea, que si comer sin distracciones, que si garantizar la comunicación eficiente en el trabajo… cuando hay una cosa más sencilla, y no menos importante que todo lo anterior, que es que te guste el trabajo que haces.

Como cuento en mi primer libro, La empresa más feliz del mundo, cuando consigues que algo te guste lo haces mucho mejor, porque estás motivado y con ganas, y los resultados que obtienes también son mejores. Esto te hace sentir bien, te da confianza y beneficia a tu vida personal, por ejemplo la relación con tus hijos. 

Como estás contento y satisfecho, no pierdes tanto los nervios con ellos y en consecuencia ellos también están contentos y tranquilos. Esto te alimenta de energía positiva, con lo cual todavía trabajas mejor y obtienes mejores resultados, siguiendo un círculo virtuoso. Moraleja: todo lo bueno que ponemos y conseguimos en nuestra vida se retroalimenta. 

Si consigues entrar en este círculo virtuoso tendrás más energía y serás capaz de crear mejores relaciones y ambiente a tu alrededor.  A veces también se trata de mirar las cosas con una mirada positiva. Todos tenemos días malos en el trabajo, pero la suerte es que podemos programar nuestra actitud. Hoy te puedes levantar y pensar “Qué pereza de día” o bien puedes tener un pensamiento más positivo y cambiar la percepción de tu realidad “Lo que voy a hacer hoy me gusta” y aunque realmente no te apasione del todo, el simple hecho de pensar en positivo cambia tu estado de ánimo. ¡Pruébalo!

Piensa en algo que te guste de tu trabajo y verás como ese aspecto positivo te anima a encontrar otras cosas buenas y cada vez te será más fácil destacar cosas positivas. De esta manera, harás mejor tu trabajo y cómo lo haces mejor te motivarás y todo tu entorno mejorará. Comparto un ejemplo:

Durante mi estancia en Cambridge descubrimos un food truck de crepes sin gluten en un bonito parque de la ciudad. El vendedor era encantador, siempre con una sonrisa y muy amable, nos aconsejaba las mejores opciones y combinaciones. Aunque su negocio era comida para llevar él siempre se ofrecía a servírtela en el césped. “Tú disfruta del parque, cuado la tenga lista te la acerco”. Enseguida establecimos relación y era una parada obligatoria durante los fines de semana. Su forma de trabajar hacía que quisieras repetir, además ofrecía opciones sin gluten que siempre es un plus para todos aquellas personas que sufren intolerancias. Estoy seguro de que el mismo producto servido con desgano no hubiera triunfado como su food truck, que siempre estaba repleta de gente. 

Quizá te resulte complicado estar contento con tu trabajo porque no te gusta mucho lo que haces. Por eso hoy comparto tres consejos para que cambies tu mindset y programes tu cerebro para ver tu trabajo desde una perspectiva positiva. 

Cómo hacer que te guste tu trabajo

1. Esfuérzate en buscar cosas positivas. Nadie dijo que fuera fácil, debes hacer un esfuerzo, porque por inercia nuestro cerebro siempre acude a los aspectos negativos, pero si programas tu cerebro como hemos dicho acabarás encontrando cosas positivas seguro. Esto también pasa con las relaciones, por ejemplo, siempre es más fácil criticar la conducta del otro, destacar las cosas negativas que alabarlo o felicitarlo. Lo difícil es encontrar las cosas buenas.  

2. Empieza y verás que todo fluye. Lo más difícil es arrancar, esto siempre cuesta, pero una vez lo haces ya coges ritmo y todo es más fácil. Una encuesta de Gallup revela que solo el 14% de los trabajadores, de Europa occidental, está comprometido con su trabajo. Si tú ya formas parte de este grupo y, además, disfrutas de tu trabajo, ya tienes mucho ganado. 

3. Valora lo que tienes. Sé agradecido. Para un segundo cada día y sé consciente de todo lo que tienes. El otro día, por ejemplo, cuando hacía uno de mis largos paseos, vi a una persona sin hogar durmiendo en el suelo. “Qué suerte tengo, duermo bajo un techo”. Otro día, volviendo de rehabilitación, corriendo y un poco estresado, me crucé a un hombre que prácticamente no podía andar. “Este pobre hombre no puede caminar y yo me quejo por ir siempre corriendo” pensé. Somos muy afortunados.

Que te guste tu trabajo es tu mayor ventaja competitiva porque esto repercute en todas las esferas de tu vida. Si estás contento en el trabajo, tus relaciones lo agradecerán y tu salud seguramente mejorará, ya hemos visto cómo funciona el círculo virtuoso. Encontrar nuestra pasión para podernos dedicarnos a ella es importante, pero educar a nuestro cerebro para que mantenga siempre una mirada positiva también.

¿Qué trucos tienes tú para pensar en positivo en el trabajo?

 

Libro "Diario de un Millennial"

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