Después de publicar La empresa más feliz del mundo, varias personas me han preguntado qué podrían hacer para mejorar su ambiente de trabajo. Mi respuesta es muy sencilla: preocúpate por las personas que te rodean.

En el mundo laboral solemos estar en un entorno competitivo, donde otras empresas intentan ganarnos cuota de mercado; por lo tanto, nos vemos obligados a hacer las cosas más rápido, mejor y, en muchos casos, más baratas. Esto puede trasladarse también a nuestra relación con los compañeros: nos vemos sumidos en un marco mental de competitividad y olvidamos que estamos en el mismo barco y que debemos remar todos en la misma dirección.

Además, nos puede ocurrir que estemos tan agobiados de trabajo que no podamos parar ni un solo segundo. Yo me pregunto si esto es bueno o si, por el contrario, tener tanta prisa nos puede hacer responder a las urgencias pero no pararnos a buscar donde están las oportunidades de mejora. Y es que, como ya decía Mafalda, a veces lo urgente no deja tiempo para lo importante.

Desde mi punto de vista, debemos humanizar las empresas y entender que los sentimientos y las emociones no se quedan en casa, sino que también vienen con nosotros al trabajo. En mi opinión, todos los responsables de un equipo deberían marcarse dentro de sus responsabilidades valorar de forma frecuente cómo está su equipo y ver si por su parte puede hacer algo para ayudarles a estar mejor. A veces, puede ser algo tan simple como dar flexibilidad en la entrada o salida.

En Cyberclick hemos sistematizado la medición de la felicidad: todos los días, antes de terminar la jornada laboral, los trabajadores nos cuentan en qué estado de ánimo han llegado a trabajar, cómo se sienten al irse y cuánto le han gustado sus tareas del día. Cada lunes, en la reunión semanal, dedicamos algo de tiempo a analizar estos resultados y ver cómo los podemos mejorar. Además, mensualmente hacemos un test de la felicidad más completo que incluye preguntas sobre la remuneración, la conciliación o las relaciones con los compañeros.

Otra cuestión que nos parece muy importante es dedicar tiempo de calidad a las relaciones en el trabajo. Por eso, de forma regular buscamos el tiempo para sentarnos con cada persona y hablar de sus preocupaciones, prioridades y posibles mejoras para poder recoger, en la medida de lo posible, todas ellas en las prioridades de la empresa. Además, cada año laboral dedicamos varios días a celebrar nuestro esfuerzo juntos mediante actividades como un día en Port Aventura o una escapada a una casa rural. Y así es como, día a día, nos esforzamos por crear una empresa más feliz para todos.

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