Muchas veces he escrito artículos hablando de cómo motivar al equipo y ayudar a construir una empresa más feliz. Pero, no debemos dejar de lado aquellas acciones que nos envuelven en nuestro día a día laboral y que solo sirven para desmotivar al personal. De las cuales debemos huir a la velocidad de la luz, o como mínimo, evitarlas.

Quién no ha tenido un jefe con espíritu de pequeño dictador que te tira por la borda un trabajo de horas o días con una sola frase, estilo “¡pero qué es esto! vuelve a hacerlo que no vale para nada”. O el típico compañero que se sienta a tu lado y solo irradia negatividad, porque todo es su vida es una desgracia continua (según él). Cuando en realidad le pasa lo mismo que a todo el mundo. Y por tu mente solo pasa “¿pero qué me cuentas? todos tenemos días mejores y otros peores y lo sobrellevamos con más asertividad”. Pero él no recibe tus pensamientos, ya que aún no se ha descubierto la telepatía, y al final del día acabas viendo las cosas tan negras como él o ella.

 

¿Cómo te pueden desmotivar en el trabajo y evitarlo?

Este tipo de gente son las llamadas “personas tóxicas”. Aquellas que perjudican seriamente nuestra salud mental y de las cuales debemos alejarnos para mantener nuestra serenidad y bienestar interior. Pero seamos realistas, a veces esto no es posible. Podemos estar en un trabajo y vernos obligados a trabajar con personas a las cuales no podemos evitar con tanta facilidad como querríamos. En estos casos recomiendo mantener el mínimo contacto con este miembro del equipo, solo lo necesario para hablar de lo referente al trabajo, y desconectar a nivel emocional de sus mensajes negativos, para evitar que te afecte.

Aunque, encarecidamente recomiendo que si tu día a día es una cuesta arriba durante toda la semana, busques un nuevo trabajo, nuevos objetivos y un equipo de trabajo con un ambiente dinámico y positivo.

Voy a listar aquí 7 formas fulminantes de desmotivar al personal. Si vives una de ellas (o más de una), no dudes en aplicar los consejos que te estoy dando.

 

1# Un montón de reglas sin sentido

¿Te obligan a ir con 10 cm de tacón al trabajo? ¿Si no llevas corbata a la oficina te dicen con una sonrisa en la cara que vuelvas a tu casa a por ella? ¿Tu hora de entrada tiene que ser a las 9 en punto o el mundo se hunde (aunque no sea necesario)?

Reglas así de estúpidas son típicas de muchas organizaciones. ¿Los motivos? Realmente, no se saben. Son reglas que se crearon en una época concreta y ya no son necesarias o, simplemente, nunca han tenido sentido. Es como si las hubieran creado para desmotivar al personal a posta.

Y como se te ocurra proponer su eliminación, la directiva te salta al cuello diciendo que las reglas son para cumplirlas y que no se pueden cambiar.

 

2# Que tus logros no sean reconocidos

Llevas meses organizando una presentación para unos futuros clientes y, al final, esta ha sido un éxito. En breve tendréis unos nuevos clientes que reportarán grandes beneficios a la empresa. ¡Estás de enhorabuena! Eres el rey del mambo y te mereces que tu equipo y la directiva reconozcan públicamente tu mérito.

Pero de eso nada. Al contrario, todo el mundo hace mutis. Se da por hecho que es tu trabajo e incluso te critican que uno de los asistentes a la reunión se quedó sin bebida en su vaso y que deberías haber estado al tanto de ese hecho.

¡Bravo por ellos! Acaban de tirar tu autoestima por los suelos y no ves reconocido tu trabajo. Aquello por lo que has luchado tanto. Solo te dan ganas de mandarlos a freír espárragos y buscar mejores lares.

 

3# La habilidad de promocionar al pelota de turno

Como no. Acaban de promocionar a un cargo de responsabilidad, por el que tú estabas luchando, a la persona menos adecuada y más pelota de todo el equipo.

Eso es ser una “empresa inteligente”. En lugar de premiar el talento, se valora la habilidad de saber alagar la oreja de los jefes.

Tú te quedas a cuadros y no entiendes nada (o sí, pero tu mente no quiere). La persona que ha acumulado más méritos eres tú y lo sabes, incluso tus compañeros lo reconocen y ven una injusticia hacia ti en esta acción.

Pero tranquilo, que este tipo de compañías en lugar de retener el talento, lo que conseguirán a la larga es espantarlo y quedarse con una plantilla empobrecida e infeliz.

 

4# Tolerar el rendimiento deficiente

Este punto está bastante conectado con el anterior.

En varias empresas se tolera en rendimiento deficiente por parte de determinadas personas del equipo. ¿Cuál es la razón? Pueden ser muchas, entre ellas se encuentra el nepotismo, la habilidad de alabar al jefe y subirle el ego con palabras bonitas o porque la empresa no analiza realmente el rendimiento de su equipo, con que cumplan unos mínimos ya basta.

Si te encuentras con el hijo del jefe como compañero y este se salta a la torera horarios y reuniones y nadie le dice nada. ¿Qué puedes hacer tú ante esto? Sabes que si lo pusieras en su sitio, a las 24h estarías con una carta de despido encima de la mesa.

 

5# No respetar la vida personal del equipo

Te pediste unas vacaciones hace tiempo y ya tienes todo tu viaje organizado, pero de repente viene tu jefe y te dice que no te las puede dar porque él se tiene que ir a jugar al golf esos días con unos amigos. Entonces te toca a ti pringar y quedarte en la oficina a contestar las llamadas y solventar todos los problemas que se presenten.

O si tienes hijos, que te pongan horarios incompatibles con el colegio. O si tienes que asistir a una formación o máster, que no te den ninguna facilidad para poder compaginarlo.

Las entidades que hacen esto son incapaces de entender que tener a las personas felices es un beneficio doble, porque todas las partes salen ganando. El trabajador está más motivado a la hora de llevar adelante sus objetivos y por otro lado es feliz porque puede hacer todo lo que le llena en su vida personal.

 

6# Tener la negatividad personalizada en forma de jefe o compañero

Esto es una de las peores cosas que te puede pasar. Personas negativas pueden llegar a desmotivar mucho. Tanto a la larga como de golpe, dependiendo de los comentarios y la relevancia del trabajo que estés haciendo.

Tu jefe puede llevarse por delante tu amor propio si desmerece todo un proyecto por una minucia o hay compañeros que son como martillitos, poco a poco, con sus comentarios van menoscabando tu autoestima.

 

7# Lugar de trabajo poco confortable

Si literalmente trabajas en un zulo, seguro que no te motiva mucho ir a trabajar cada día.

Las condiciones ambientales y ergonómicas en el lugar de trabajo son un aliciente emocional y físico muy importante para los profesionales. A nadie le gusta ir cada día a un lugar con mala luz, con sillas incómodas, con aparatos que hacen ruidos infernales, entre otros factores.

Si ves factible luchar por mejorar las condiciones en las que trabajas y tus superiores y compañeros están predispuestos, siempre puedes proponer cambios que motiven al equipo. Pero si ves que no es posible, mi recomendación es que empieces a buscar un nuevo lugar de trabajo, donde realmente se preocupen por ti y tu motivación.

La empresa más feliz del mundo

 

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