¿Cuántas horas te pasas al día trabajando codo con codo con tus compañeros de trabajo? Diría que unas cuantas. Entonces te interesa leer este decálogo de 10 buenas acciones para ser el mejor compañero de trabajo en 2018.

Pasamos más horas en el trabajo que en casa los días laborables (espero que no seas un workalcoholic que huye de casa y te tomes algunos días de descanso para estar con la familia y amigos, recuerda que ellos también te necesitan  je je ). Viendo que, al final, son como una segunda familia es importante estar a gusto con ellos. Lo mejor es ser amigos, pero el paso previo es llevarse bien y convertirse en buenos colegas de trabajo, para ser todos juntos el mejor equipo de trabajo.

Busca el respeto, la admiración y que siempre te tengan en cuenta. Esto se consigue con pequeñas acciones que no cuesta demasiado poner en marcha. Pequeños detalles que harán más feliz tu entorno, aunque en primer lugar a ti, porque al final todo es un círculo virtuoso. Lo que das es lo que acabas recibiendo de los demás.

Ser un mejor compañero de trabajo en 2018

Te propongo un listado de buenas intenciones de cara a 2018 para generar más felicidad en tu entorno laboral.

Seamos sinceros, los grandes propósitos que nos solemos marcar a final de año, pocas veces los cumplimos. Queremos dejar de fumar y a los dos días estamos encendiendo uno a escondidas, queremos ir al gimnasio tres veces por semana y acabamos pagando la cuota medio año y solo nos ven el pelo una vez.

Emprender grandes proyectos de golpe cuesta y nos desmotivamos de forma rápida. El secreto está en comenzar con pequeños hábitos fáciles de implementar y luego ir subiendo la intensidad de estos. Así el camino es más fácil y conseguimos cambiar de forma rápida con pequeñas acciones. Tú serás el primero en notarlo y luego tus compañeros. 

Empecemos con esos 10 pasos:

 Como ser el mejor companero de trabajo en 10 pasos para 2018

1# Tu mejor sonrisa cuando digas “hola”

Otras veces ya lo he comentado, “hola” es una palabra mágica y no cuesta nada decirla. Solo tienes que pronunciarla unas cuantas veces cuando entras en el trabajo con una sonrisa en la boca.

La gente inevitablemente reaccionará ante ella y te saludará también. Es lo mismo que decir “buenos días”, “qué día más hermoso” o “espero que comiences muy bien el día”. Los alegras a ellos y también a ti porque ves que te devuelven el saludo para comenzar la jornada con más energía e ilusión.

Si te has despertado esa mañana bajo de energía y en el fondo no tienes ganas de saludar, te recomiendo encarecidamente que igualmente lo hagas. Verás que luego te sientes mejor.

El cerebro no distingue entre una sonrisa real y una que no lo es y puedes engañarle. Si mueves los músculos de la cara para realizar esa acción el cuerpo desprenderá endorfinas y acabarás sintiéndote un poquito más feliz.

 

2# Ofrecer tu ayuda antes del “adiós”

Qué hábiles son algunas personas para hacer la bomba de humo. De repente están a tu lado trabajando y a los 10 minutos han desaparecido, ¡y tú sin darte cuenta! Y cuando preguntas dónde está Fulanito, el vecino te contesta que ya se ha ido.

Igual que decir “hola” cuesta poco, menos cuesta decir “adiós”.

Despídete cuando hayas terminado y ofrece tu ayuda por si es necesaria antes de irte. Seguro que la mayoría de veces te dirán que no es necesaria, pero alguna vez te encontrás con que algún compañero te quería preguntar algo y el hecho de saber que te vas le hará reaccionar y preguntarte en ese momento. Esa persona luego queda muy agradecida y tú contento por poder ayudarla.

 

3# Ordena sin que nadie lo sepa

Los días que comáis juntos o cuando acabe una reunión sé tú quien lo recoja y ordene todo. Hazlo sin que el resto se enteren. No se trata de conseguir un elogio, sino de ser altruista con el resto del equipo.

Si tú lo dejas todo recogido el resto de personas se darán cuenta de que alguien lo ha hecho de forma discreta y silenciosa e incitarás a que el resto de compañeros también hagan lo mismo otro día.

Al final, os pelearéis de buena manera por ayudar y limpiar. Eso es la verdadera generosidad desatada.

 

4# Trae un detalle de tus viajes

Acuérdate de tus compañeros de trabajo cuando realices un viaje o una escapada fuera de lo habitual. Basta con un detalle: unas galletas, unos bombones, etc. Así se fomenta el compañerismo y el buen rollo, porque incluso fuera de la oficina, os acordáis unos de otros y os dedicáis detalles.

 

5# Organiza afterworks

No esperes a que alguien sea siempre el promotor oficial de las fiestas y desmadres del equipo, porque si esa persona falta un día lo único que pasará es que nadie organizará nada.

Toma la iniciativa tú mismo y organiza un afterwork en un lugar interesante, tal vez un local que han abierto nuevo, donde hacer unas copas después de la jornada laboral.

El relax y las conversaciones distendidas ayudan a conocerse mejor y generar más buen rollo en el equipo.

Así te convertirás en el mejor compañero de la oficina.

¡Promueve tú mismo la cena de Navidad!

 

6# Obliga a que tu jefe deje de hacer de jefe

Este puede ser un punto peliagudo. Ya que, ¿cómo te acercas a tu jefe y le dices que menos órdenes dictatoriales y más ayudar al equipo?

Esto se consigue poco a poco y con el máximo de respeto posible.

Puedes pedirle ayuda y que note que sin él el equipo no es el mismo, ya que puede aportar mucho conocimiento. Invitarle a los afterworks o cenas de equipo, es una forma de relajarse y hablar de igual a igual. Usar el humor para decir las cosas. Sonreír cuando nos dirigimos a nuestro supervisor o supervisora.

Así es como se implantan los nuevos hábitos y los jefes más clásicos entienden que las jerarquías han perdido sentido. Es mejor ser un líder y trabajar con y para el equipo.

 

7# Invitar a un café a un compañero

Invita a un café a alguien con quien trabajes a diario, pero que conozcas poco a nivel personal. Seguro que se sorprende de tu propuesta. Aunque seguro que entre sorbo y sorbo descubriréis los dos que ha sido una genial idea.

Es importante conocer a las personas de nuestro equipo. Conocer sus anhelos, preocupaciones y necesidades, porque así es cuando se trabaja mejor. Hay confianza para comentar los problemas y ayudarse mutuamente.

 

8# Siéntate a comer con los compañeros y pregunta por su vida

Puedes sentarte con el grupo cuando comen todos juntos o hacerlo de forma individual. Demuestra que te preocupa de verdad conocer la vida de los demás. Así es como el equipo se conoce mejor, está más cohesionado e incluso se crean muy buenas amistades.

Aprende a preguntar, pero tan importante es saber escuchar.

 

9# Preguntar a tu jefe si todo va bien

No esperes a que te pregunten, porque puede que no suceda nunca o que ya sea demasiado tarde. De vez en cuando pregunta a tu jefe o a las personas que coordinan tu área si todo va bien, si están contentos con tu trabajo y cómo consideran que podrías mejorar.

Así recibes un feedback que te irá de perlas para optimizar tu trabajo y, de paso, das a entender a tu jefe que estás muy interesado en mejorar de forma constante porque te gusta tu trabajo.

 

10# Menos quejas y más iniciativa

Nos quejamos por vicio. Es una de nuestras aficiones preferidas. Nos quejamos del jefe, de nuestros compañeros, del trabajo, etc. En algunos casos tendrá razón de ser y se deberá buscar una solución, pero en otros deberemos aprender a quejarnos menos y a ser más proactivos.

Muchas veces solo depende de nuestro punto de vista y del ángulo con que miramos las cosas. La negatividad no ayuda, en cambio, si uno es más asertivo y positivo, se dará cuenta de que muchas de las cosas de las que se queja o no son para tanto o tienen una sencilla solución si uno toma la iniciativa.

Por ejemplo, no te quejes de la incomodidad de las sillas, propón directamente a recursos humanos o a los directivos que se deben cambiar las sillas, porque dan dolor de espalda y son poco ergonómicas. Así demuestras que te preocupas por la salud de todos y aprendes a ser proactivo.

Espero que en breve apliques alguna de las ideas que te doy para ser el mejor compañero de trabajo en 2018. Todas de golpe te pueden colapsar o puede que algunas ya las apliques. Lo que es seguro es que verás cambios en ti y en tu entorno al poco de incorporar estos hábitos. Luego, no te olvides de contactarme para decirme tus sensaciones y mejoras, o si realmente consideras que algo no funciona. Seguro que te podré ayudar.

¡Felices Fiestas y Buen Año 2018!

La empresa más feliz del mundo

 

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