- ¿Cuál es vuestro propósito del año?

-Hemos decidido apostar por la sostenibilidad, queremos proteger el medio ambiente y hacer un uso racional de la naturaleza.

En sus oficinas, no obstante, no se recicla, hay envases de plástico por todos lados y nadie viene a trabajar en transporte público. Esta pequeña anécdota ejemplifica lo que pasa en muchas compañías, la realidad no está alineada con lo que predican. Todas las compañías nos esforzamos por definir qué somos y qué valores rigen nuestra actividad pero de muy poco sirve si nuestros actos no lo avalan. 

Seguro que muchos de vosotros recordaréis el caso Enron, esta empresa energética fue una de las compañías más admiradas del mundo. Entre sus valores destacaban el respeto, la integridad, la comunicación y la excelencia pero la compañía vivió un antes y un después con la llegada de Jeffrey Skilling. Este empresario llevó al fracaso una de las compañías más valoradas en Estados Unidos. Su engaño fue uno de los más sonados: de 1997 a 2000 la compañía no incluyó en su contabilidad las cuentas correspondientes a 3000 filiales constituidas en las Islas Caimán. Enron, además, hinchó activos y ocultó deudas a través de estas filiales.

Estoy convencido de que las personas que trabajaban para Enron no creían en su política de empresa, imagino que veían poca transparencia e integridad cuando los pasivos se convertían en activos, los préstamos se computaban como ingresos y la deuda se maquillaba. 

El caso Madoff tampoco se quedó corto, las pérdidas que generó en sus clientes se estiman en 18.000 millones de dólares. Robert Madoff reconoció su fraude y confesó que desde 1990 anunciaba rentabilidades inexistentes. Seguro que este inversor no inspiraba confianza con las personas con las que trabajaba, supongo que verían cosas raras y muchas incongruencias. Las personas que forman parte de una empresa deben creer en los valores de la compañía, sino estarán en conflicto interno continuamente y difícilmente estarán 100% motivadas. 

Otro ejemplo, Gowex. Este fue uno de los casos más famosos en España, su fundador, Jenaro García, cometió la mayor estafa tecnológica del país. El 90% de los ingresos de la compañía no existían, casi 1.000 inversores y 300 empleados se quedaron tirados pero la historia no acabó aquí. Por inverosímil que parezca,  Jenaro García, antes de entrar a prisión tuvo la rocambolesca idea de intentar crear una segunda compañía (We2x) pero, ¿quién se lo iba a creer?

Defínete con pocos valores

La confianza se gana en años pero se pierde en un segundo y si tus acciones no van acorde con lo que predicas difícilmente generarás confianza en los demás. Si hay disonancia entre lo que eres y lo que dices que eres provocarás sensación de engaño y frustración y te ganarás el título de hipócrita. 

El ser humano tiene muchos defectos y contradicciones y, a veces, entramos en conflicto pero debemos intentar preservar nuestros valores. Podemos tener errores pero si acumulamos muchos y de muy gordos, desmotivaremos a las personas que trabajan con nosotros y les generaremos desconfianza e infelicidad. 

A todos nos puede pasar que, en algún momento, no estemos alineados con nuestros valores, que perdamos nuestro punto de partida, pero deberíamos tener algún mecanismo interno que nos avisara de ello. Las compañías deberíamos encontrar una método, alguna manera de obtener feedback, que nos permitiera darnos cuenta de que no estamos sincronizados con lo que predicamos.

Además, creo que deberíamos definirnos con pocos valores, tres bastan, algo que sea sencillo pero sólido y que condicione todas tus decisiones. Antes de tomar cualquier iniciativa piensa en tus valores y cuestiónate si la elección que tomarás está alineada con lo que dices que eres.

 

DIARIO DE UN MILLENNIAL (2)

 

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