Querido Vidal,  

Me acabo de dar cuenta que no soy feliz. Sí, justo ahora. No soy feliz. He llegado a los 50 amargado, llevo muchos años malhumorado y culpando a la vida de mi mala suerte. Creo que los que están ahora cerca mío han conocido mi peor versión, en cambio a tu lado eran muy felices.

No he vivido la vida que quería y los años han ido pasando, me he conformado con lo que tenía, sin aspirar a más, incapaz de cambiar el rumbo de mi vida. Por suerte, hay un refrán que afirma que “más vale tarde que nunca”, yo emprendo ahora mi cambio y comparto unas reflexiones para que tú, que aún eres joven, puedas aprovecharlas.

No se si nunca te llegará esta carta pero como algunos dicen que existen universos paralelos y volvemos a revivir nuestra vida, te la mando por si nunca te llega. Espero que estos consejos te sean útiles para ponerlos en práctica:

1. No pagues con tu familia los problemas del trabajo: por mucha presión o problemas que tengas en la cabeza recuerda que tu futura mujer y tus dos niñas -sí, te casarás y tendrás dos hijas :-)no se merecen tu mal humor. Ellas no tienen ninguna culpa de que hayas pasado un mal día en el trabajo, así que antes de subir a casa, si estás preocupado o agobiado, aireate, da una vuelta a la manzana, ves al gimnasio o haz una pequeña meditación para dejar los problemas en la puerta de casa. Cuando subas por el ascensor sonríete al espejo y acuerdate que ellas te necesitan alegre y contento para que les ayudes a crecer.

2. Recuerda que tu equipo y tus compañeros de trabajo son personas: habrá momentos en que tendrás mucha presión, en que el consejo de dirección te exigirá números y resultados y verás a tu equipo solo como un recurso, como un número, y tomarás decisiones sin tener en cuenta que son personas. Vidal no te olvides que son personas y las tienes que tratar como tal,  y poner un poco de humanidad en todo lo que hagas y aunque a veces te tocará reñir a alguien o despedirle y explicare que no tiene sitio en tu empresa hazlo de la forma más humana que puedas, preparando a esa persona para que en su próximo trabajo le vaya mejor. Que salga con la idea de que en otro sitio le podrá ir bien.

3. No olvides esos momentos que pasas con tus compañeros de trabajo. Vidal, ahora que estáis todos en la redacción empezando como periodistas y pasáis tiempo juntos: un café, unas cervezas, el concierto del sábado por la noche… no te olvides de ellos. Recuerda que son y serán una parte importante de tu vida, así que cuando tengas más responsabilidad mantén el contacto. El día que te promocionen, en realidad no cambia nada, excepto que deberías ser mejor líder y saber escuchar a todas las personas de tu equipo, también aquellos que fueron tus compañeros más cercanos.

4. No te guardes las cosa, ¡comunícalas!: cuando tengas un problema en el trabajo, busca la mejor forma de comunicarlo. No esperes que ese pequeño malentendido se enquiste y te haga sentir incómodo. Háblalo, busca una forma asertiva de explicarlo y resuélvelo, ¡no esperes a que el problema se magnifique! Con tu empresa y tus superiores tendrás muchas pequeñas decepciones. Tu no te das cuenta todavía pero descubrirás que, en la mayoría de los casos, no es por mala fe sino por falta de comunicación. No esperes a que el comité de dirección te pregunte cómo pueden mejorar, sé tú proactivo y explícales cómo te has sentido, qué es lo que no ha funcionado. Intenta buscar una solución para que esas decepciones se conviertan  en oportunidades y el management conozca tu punto de vista e intente mejorar.

5. Solo hay una vida y tú eliges cómo vivirla: Vidal, me gustaría que cuando llegues a los 50 años no tengas remordimiento en tu mirada, te arriesgues, hagas un poco el loco y te diviertas pero, sobre todo, quiero que sientas que has aportado algo al mundo y a las personas que te rodean. Como dice el célebre escritor Mark Twain: “Dentro de veinte años, estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste, así que grabate esta frase en la cabeza y repítetela de vez en cuando.

 

Con cariño,

Tu yo de 50 años


Nota aclaratoria: Vidal es uno de los protagonistas del libro Diario de un Millennial,  jefe de redacción de un diario económico que a sus 50 años decide cambiar el rumbo de su vida.

 

DIARIO DE UN MILLENNIAL (2)

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